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Recuperación de Desastres

¿Qué es un DRP? Un DRP (Disaster Recovery Plan) o Plan de Recuperación de Desastres, es un sistema con el cual las organizaciones se preparan contra posibles desastres de diversos índoles que puedan dañar su infraestructura tecnológica y por ende poner fin a sus actividades.

En pocas palabras, un DRP es la estrategia y acciones para seguir para restablecer los servicios de TI ante cualquier eventualidad en tiempos muy cortos y sin pérdida de información.

¿Por qué considerarlo?

El objetivo de un DRP es reducir al máximo los efectos de un desastre en las funciones de las organizaciones, para que, ante cualquier eventualidad, sean capaces de reanudar rápidamente sus funciones.

Se debe de aclara que un DRP no es igual a una alta disponibilidad, mientras la primera contempla procesos, lugares físicos, personas críticas, etc. La segunda solo se necesita adquirir software y hardware para generar la alta disponibilidad, si bien el propósito es el mismo, son conceptos diferentes.

Al momento de implementar un Plan de Recuperación de Desastres, es importante considerar:

  • Desarrollar una política de continuidad del negocio
  • Realizar una evaluación de riesgos
  • Realizar un análisis de impacto al negocio
  • Desarrollar estrategias de recuperación y continuidad del negocio
  • Concientizar, capacitar y probar los planes
  • Mantener y mejorar el plan de recuperación ante desastres

 

¿Qué herramientas se necesitan para un DRP?

Define primeramente con que cuentas actualmente y cuáles de tus sistemas, información y puestos de trabajo son imprescindibles para operar, hazlo por prioridades para que te enfoques en reducir tiempos y determinar el RTO y RPO yo te recomiendo que consideres lo siguiente:

  • Respaldo de información en un repositorio totalmente ajeno al negocio.
  • Espacio de reserva para operación de aplicaciones totalmente ajeno al negocio.
  • Información crítica replicada diariamente, por horas si es necesario.
  • Habilitar escritorios remotos para personal de la organización.
  • Manual de procedimientos.
  • Control de accesos a todos los elementos mencionados.

Beneficios te contar con un DRP

El 30% de los daños causados a infraestructuras, es causado por desastres, el 70% de las empresas en Latinoamérica no tienen un plan de continuidad de Negocio, y ante cualquier eventualidad, solamente el 18% de la información es la que pueden recuperar sin un Plan de Continuidad de Negocio. Contar con un DRP reducirá el riesgo de parar operaciones y garantizara la continuidad de la empresa, de tal manera que es una inversión a mediano o largo plazo para las empresas.

Asegura la continuidad de tu organización

Contar un plan de recuperación de desastres debe ser de vital importancia para las empresas, ya que el 60% de las empresas que pierden sus datos y no cuentan con un DRP, cierran dentro de los siguientes 6 meses después del desastre.

Las empresas que no son capaces de reanudar sus operaciones dentro de los diez días siguientes de un desastre, no es probable que sobrevivan.

Super-Cómputo HPC

Cómo funciona la computación de alto rendimiento (HPC)
Existen dos métodos principales para procesar la información en HPC:

Procesamiento en serie: es el que realizan las unidades de procesamiento central (CPU). Cada núcleo de CPU, por lo general, realiza solo una tarea a la vez. Las CPU son fundamentales para ejecutar diferentes funciones, como sistemas operativos y aplicaciones básicas (por ej., procesamiento de textos, productividad en la oficina).

Procesamiento en paralelo: es el que se puede realizar mediante varias CPU o unidades de procesamiento de gráficos (GPU). Las GPU, diseñadas originalmente para gráficos independientes, son capaces de realizar diferentes operaciones aritméticas por medio de una matriz de datos (como pixeles de pantalla) de forma simultánea. La capacidad para trabajar en varios planos de datos al mismo tiempo hace que las GPU sean la elección natural para el procesamiento en paralelo en tareas de aplicaciones de aprendizaje automático (AA), como el reconocimiento de objetos en videos.

Para superar los límites de la supercomputación, se necesitan diferentes arquitecturas de sistemas. Para que el procesamiento en paralelo pueda llevarse a cabo, la mayoría de los sistemas HPC integran varios procesadores y módulos de memoria a través de interconexiones con un ancho de banda enorme. Ciertos sistemas HPC combinan varias CPU y GPU, lo que se conoce como computación heterogénea.

La potencia de procesamiento de las computadoras se mide en unidades llamadas “FLOPS” (operaciones de punto flotante por segundo). A principios de 2019, la supercomputadora más potente que existe alcanzó los 143,5 petaFLOPS (143 × 10^15). Este tipo de supercomputadora se llama equipo de petaescala y puede realizar más de mil billones de FLOPS. Por su parte, una computadora de escritorio para juegos de alta gama es más de un millón de veces más lenta y llega apenas a los 200 gigaFLOPS (1 × 10^9). Gracias a los avances tanto en procesamiento como rendimiento, pronto seremos testigos de un nuevo salto en la era de la supercomputación: la exaescala, que será casi 1000 veces más rápida que la petaescala. Esto significa que un sistema de exaescala podrá realizar 10^18 (o mil millones por mil millones ) operaciones por segundo.

“FLOPS” describe una velocidad de procesamiento teórica: para hacer posible esa velocidad es necesario enviar datos a los procesadores de forma continua. Por lo tanto, el procesamiento de los datos se debe tener en cuenta en el diseño del sistema. La memoria del sistema, junto con las interconexiones que unen los nodos de procesamiento entre sí, impactan en la rapidez con la que los datos llegan a los procesadores.